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Tres con las que saques

por José Madrid

2023-01-27


5 min de lectura


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Jugar a los chinos es algo que, seguramente, irá pasando de moda. Podría estar en peligro de extinción. Se jugaba fundamentalmente en dos terrenos de juego: la barra del bar y en restaurantes, tras una buena comida.

En los bares, jugarse las cañas a los chinos era obligado. Sacábamos tres monedas y a jugar. Hoy, posiblemente entre el público con edades inferiores a 30 años, el juego ni es habitual ni, posiblemente, sea conocido. Esa mítica frase “nos lo jugamos a los chinos” pasará a ser historia.

Curiosamente, el juego no tiene nada que ver con China, es muy español. Según parece, el juego nace en la provincia de León, en un ambiente rural, entre pastores que comienzan jugando con tres piedras, allá por el sigo XVIII. Se llega incluso a poner nombre al pastor que lo jugó por primera vez, Felipe Valdeón Triguero en el pueblo leonés Bercianos del Real Camino.

Según está escrito, en 1987 se celebra el primer campeonato de chinos y en 2012 el campeonato nacional de chinos seguía vivo.

Más que un juego, los chinos son un entretenimiento, una diversión, todos pueden jugar sin distinción de sexo, edad o religión. Siempre se habla de la psicología del juego, lo importante de mantenerse atento, memorizar lo que saca cada jugador y, como no, la suerte. Pero la realidad es que las matemáticas también influyen.

Desarrollo del juego

Se juega con tres monedas, piedras o “chinos”. Cada jugador puede sacar 0, 1 2 o 3 piedras y se trata de adivinar el número total de “chinos” entre todos los jugadores. En el puño, cerrado, cada jugador toma unas piedras, se muestra el puño para que todos los jugadores los puedan ver y, por turnos, se dice un número para adivinar el número total de piedras. Gana quien lo acierta y así se van jugando rondas hasta que el último pierde el juego, y paga las cañas, los cafés o lo que estuviera en juego.

El primer jugador tiene cierta ventaja y por ello, el turno es rotatorio. No se puede mentir, es decir el número que se dice debe ser posible y los números no se pueden repetir. A partir de 5 jugadores, es importante recordar el número que cada uno ha seleccionado. Conviene hacer un “cuadrante” para evitar que el listillo se salga del juego. Los listillos, siempre hay uno. El típico jugador que levantando su mano, y haciendo el gesto de despedida dice “señores”… y se nomina ganador pretendiendo haber acertado el número cuando había dicho otro diferente. De ahí la importancia del cuadrante de control.

Cuadrante para juego de chinos - gran número de jugadores

Cuadrante para juego de chinos - gran número de jugadores

El juego trasciende países. En nuestra época laboral, la partida de chinos de nuestra mesa se hizo famosa. Hemos jugado con compañeros de trabajo de un gran número de países, y de, al menos 4 continentes. Todos los que podían hacerlo, se sentaban en nuestra mesa para, tras la comida, participar en la ceremonia de jugarse los cafés a los chinos. Ganar no era lo más importante había que ver al perdedor recorrer el comedor de la empresa, ir a la barra a pedir la comanda, y volver con la bandeja llena. En ocasiones, hasta se podían escuchar aplausos para hacer más visible quien había perdido.

La petición de la “comanda”, generalmente éramos entre 8-12 personas, se veía notablemente facilitada por la memoria de Carmen, única persona a la que voy a citar, quien se sabía que tipo de café o infusión tomábamos cada uno de las más de 300 personas que trabajábamos en el centro, si lo queríamos con azúcar o sacarina, corto o largo de café, americano, con leche caliente o templada y en ocasiones nos añadia unas pastas de propina.

Algunos jugadores llegaron a crear un diccionario propio para jugar. De éste modo nunca decían 5, sino la mano de un niño, el número 7 era el equipito (por el número de jugadores de un equipo de balonmano), y cuando se repetía el mismo número de la mano anterior, decían “ardanar”, que significaba erre que erre, en un inglés muy muy, muy coloquial.

Algunos compañeros de otros paises, ya jubilados, que tuvieron la oportunidad de jugar, todavía hoy siguen recordando el “three coins game”.

Como he dicho, las matemáticas algo influyen. Con 2 jugadores, la combinación de mayor probabilidad es 3 y con 3 jugadores serán 4 y 5.

El número total de apariciones es de 4n donde n es el número de jugadores. De ahí la importancia de que la salida sea rotatoria. Quien sale, tiene una ligera ventaja al poder decir los números de mayor probabilidad.

Hoy, después de muchos años, y con bastantes incorporaciones de jugadores más jóvenes, la tradición permanece viva. Todavía seguimos jugando cuando nos vemos y la partida que cierra la comida anual de Navidad entre compañeros y excompañeros en realidad, amigos, cierra el año, y que así sea por mucho tiempo.

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