El Fracaso de la meritocracia

Recibo en el móvil una alerta proveniente de la emisora de un grupo de comunicación muy importante en España. En el titular se puede leer “el fracaso de la meritocracia.”

El titular es más largo pero la alerta tan solo me indica lo anterior. Me interesa el tema, yo no estoy de acuerdo, y abro la noticia completa para leerla en toda su extensión

Un profesor en un instituto de secundaria se encuentra a un exalumno, uno de los más brillantes, hurgando en la basura junto a su mujer y su hijo. Estos hechos son los que apoyan el citado titular, no hay nada más.

En España, con más de 45 millones de habitantes, éste único testimonio permite al autor del artículo, llegar a la conclusión que expresa el titular, el fracaso de la meritocracia.

Me resulta difícil entender que, a partir del dato indicado, se pueda construir semejante titular. Pero ¿y si fuera al revés? ¿y si lo que queremos es escribir ese titular, alineado con la línea editorial del grupo, y buscar cualquier cosa para justificarlo? ¿y si se pretende adoctrinar y no informar? Primera idea: adoctrinar en lugar de informar.

Al continuar leyendo el artículo, de repente, se comenta la figura del nuevo rey Carlos III y como su educación, abundancia de dinero, protección de la corona y herencia millonaria han facilitado su ascenso al trono. No nacer en una familia adinerada, de reyes y reinas, hace difícil alcanzar una situación de éxito similar y desde luego está fuera del alcance de un profesor de instituto de secundaria. Es evidente que relación con el estudiante que buscaba basura, no existe.

De nuevo, me resulta consistente con la mencionada y reciente línea editorial del medio, poner a la monarquía como ejemplo de algo con el objetivo de criticarla. Segunda idea: criticar la monarquia.

El artículo finaliza con la cita a un libro, también escrito por un colaborador habitual de la cadena, donde se indica que una persona que nace en una familia de la elite económica en España tiene 24 veces más posibilidades de seguir en esa clase social que los nacidos en familias más pobres.

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Ya está aquí la tercera idea, la lucha entre ricos y pobres.

Titulamos sobre el fracaso de la meritocracia, nos basamos en el profesor y su alumno, aprovechamos para criticar a la monarquía que proviene de familias adineradas y finalmente los ricos tienen 24 veces más fácil el éxito. El hilo argumental simplemente, no tiene sentido alguno, pero la consistencia con las tesis que defiende el medio es total.

Cuanta manipulación, resulta evidente que es puro adoctrinamiento. Una absoluta falta de relación entre los contenidos y el titular. Nada de preguntar a tantas y tantas personas que con esfuerzo, trabajo o estudios han conseguido el éxito profesional. Hay muchos, pero estos no interesan porque demuestran que la meritocracia si tiene un valor.

No conozco al autor del artículo y voluntariamente, he omitido el nombre del grupo de comunicación en cuestión. Les tengo respeto porque gracias a un anuncio publicado en su periódico, conseguí trabajo en 1981. Pero lamentablemente, hoy, no les importa la verdad, se han vendido a una ideología y se arrastran por mantener la publicidad institucional que los mantiene. Una verdadera pena. Fueron un referente informativo en la transición.