
El clásico, otro más
2025-10-28
6 min de lectura
El futbol es el reflejo de la vida. Lo ocurrido el el último clásico con el “niñato del Barcelona”, es un ejemplo de cómo la educación, la sencillez y la humildad no se aprenden en el terreno de juego, sobre todo cuando uno viste de azul y grana.
Claro que tampoco se le puede pedir demasiado tacto a alguien que ha crecido viendo a su club repartir cariño en forma de sobres a árbitros durante 17 años, con facturas que suman la nada despreciable cifra de 8,4 millones de euros. Un club que ha tenido más presidentes entre rejas que Copas de Europa en la última década y que se encuentra actualmente investigado, y alguno de sus dirigentes imputados, por presunta corrupción y cohecho. El caso Negreira está considerado el mayor escándalo del futbol español del siglo XXI.
En el clásico del pasado domingo 25 de octubre, el Real Madrid volvió a hacer lo que mejor sabe: ganar, y hacerlo contra el árbitro, contra el VAR y contra el guion establecido. En el minuto 2 ya se vio lo que iba a pasar, penalti no pitado, unos minutos después gol anulado por un supuesto fuera de juego y, a pesar de todo, en el minuto 22 el Real Madrid ganaba por 1-0. Milagroso. Resultado final 2-1.

Resultado final Real Madrid - Barcelona, 25 octubre, 2025
Las estadísticas son demoledoras. Un penalti no pitado y tres goles anulados, todos por fuera de juego. Ni Salvador Dalí hubiera imaginado un cuadro tan surrealista. Todas las decisiones beneficiando, por supuesto, al mismo equipo.

¿Esto es fuera de juego?
El niñato del Barcelona
Que Lamine Yamal es un muy buen jugador de futbol es indudable, que es mayor de edad también, por tanto, es plenamente consciente de la repercusión de sus declaraciones y sabe perfectamente lo que quiere decir cuando acusa al Real Madrid de robar.
No ha madurado como persona. No me vale la excusa de la juventud: hay chicos y chicas de su edad que se enfrentan a la vida con una madurez admirable. En esa universidad que es su club, le enseñan justo lo que ha demostrado: que son víctimas, que les roban, que pagar árbitros es normal, que falsear cuentas es parte del negocio, que pasar por prisión forma currículum y que los títulos, si no llegan en el campo, siempre se pueden conseguir en los despachos. Con esos mimbres que se puede esperar.
Cuando uno crece escuchando aquello de “España nos roba” y nadie dice nada, es normal que luego piense que repetir la historia en otros contextos —incluido el deportivo— tampoco es relevante. Así se confunde la rebeldía con la mala educación, la crítica con la falta de respeto y los valores con un simple eslogan para anuncios de televisión. La deportividad se convierte en un concepto vintage, reservado para los museos de los clubs que aún creen en la palabra honor y, entre ellos, no se encuentra el azulgrana.
Lo del domingo fue sólo otra palanca más, otro invento de los fabricantes de historietas que ya nadie cree y que el fútbol español todavía sufre. Títulos de liga logrados durante años en los que se pagaba a los árbitros y de los que, en mi opinión, deberían ser desposeídos y entregados al segundo clasificado (que, por cierto, no fue el Real Madrid). Pero ahí, en ese que fue segundo equipo, también reina el silencio: el de una directiva y una afición que callan, probablemente porque no conviene remover según qué verdades. Es el cómplice silencio colchonero que mantiene vivo el mito y entierra la limpieza del deporte.
Durante el partido, el joven prodigio azulgrana acumuló una estadística de museo: cero asistencias, cero goles, un centro con acierto, cero tiros a puerta, 21 pérdidas de balón y un penalti a Vinicius que el latente “negreirato” se ocupó de anular.
Un espectáculo de productividad negativa que haría sonrojar hasta a un delantero del Juvenil. En el otro lado, Mbappé, sin gestos teatrales ni palabras sobrantes, volvió a lo suyo: marcar. Un gol válido, dos anulados, y hasta falló un penalti que no pudo ser anulado, aunque se intentó.
Dani Carvajal – Oh capitán, mi capitán
Y en medio del caos, hablaron los que de verdad saben hacerlo: los jugadores del Real Madrid. Con un fútbol vibrante por momentos, los blancos fueron muy superiores. El resultado podría haber terminado en goleada de no ser por las intervenciones del portero rival y las polémicas ya mencionadas, decisiones arbitrales.

Hablas demasiado......
El equipo de Xabi Alonso dominó en intensidad, ocasiones y carácter, dejando claro que lo importante es menos hablar en redes sociales y más jugar en el campo. Mbappé y Bellingham marcaron, y Carvajal ejerció de capitán con mayúsculas. Mostrando al niñato que a los profesionales y a las entidades hay que respetarlas y donde hay que hablar es el terreno de juego. Un gran capitán que hubiera sido necesario en épocas pretéritas.
Todos los madridistas estamos con la reacción de Carvajal, todos.
Donde quedó el ADN del Barcelona
Un comentario puramente futbolístico para terminar. En ese club, ¿olvidaron su famoso ADN?, ¿aquello de que no vale solo ganar?, ¿que había que hacerlo con estilo? Los que se autoproclaman inventores y guardianes del “mejor fútbol del mundo” practican hoy, el arte del fuera de juego, una especie de anti-fútbol disfrazado de táctica.
Juegan contra el gol, contra la belleza del deporte, contra la esencia misma del fútbol. Utilizan esa táctica para anular ataques rivales y evitar goles, algo lógico pero, desde el punto de vista estético y deportivo antitético al espíritu del fútbol ofensivo. En las antípodas de ese supuesto ADN, ya olvidado.
Jugar la táctica del fuera de juego es feo para el espectador, y le impide disfrutar de jugadas rápidas, fluidas, goles y creatividad. Se basa en frenar el juego, desarmar ataques con la línea defensiva alta y a menudo ralentizar el ritmo. Muchos aficionados y críticos la vemos como una forma de “anti-fútbol”, porque prioriza la resistencia defensiva sobre la búsqueda activa del gol y la belleza del juego. Algo que no encaja con la idea del fútbol vistoso, ofensivo y atractivo para la mayoría de los amantes del deporte.
En fin, mientras muchos aficionados seguimos intentando entender qué reglamento estudian los árbitros en esas universidades privadas del balompié español, le digo a mis amigos azulgranas que, esta semana, cuando despierten, estarán a 5 puntos del líder y, ese líder es el Real Madrid. Lo que traiga el futuro, se verá, hoy toca disfrutar.
¡¡Hala Madrid!!
Comentarios
Administrador
hace 3 semanas
Creo que este artículo lo ha escrito alguien cuyo equipo es el Albacete F.C. La redacción así la deja clara
Juan Carlos
hace 3 semanas
Gran artículo Pepe. Como sabes vivo en tierra catalana y vivo en la calle el ambiente del día. Cada día veo más marroquíes, sudamericanos, paquistaníes, … y pocos catalanes. Muchos llevan la camiseta del Farsa a presumir de su catalanidad pero los catalanes están callados, escondidos a la espera de que aparezca Negreira. Ojalá este año vaya cayendo la sorna antimadridista, mi nieta de 6 años solo piensa en azulgrana y reniega de los no barcelonistas. El país no se donde acabará, espero que la derecha de Puigdemont sea parte del futuro. HALA MADRID




Manuel de la Rosa
hace 3 semanas
La clase no puede comprarse !!Lo siento por el “FARSA” pero nunca se acercará siquiera al señorío del Madrid . Y respecto a “ Neymar Yanal” … tiempo al tiempo !!!!Hasta coinciden en lo de los padres “ rock stars”🤣🤣🤣