
El gobierno no es culpable de nada
2025-08-24
7 min de lectura
COVID
Mintieron hasta la extenuación. Jamás existió el comité de expertos (la gran mentira para hacer lo que les daba la gana y como les daba la gana), negaron la gravedad inicial, que conocían sobradamente, permitiendo, incluso participando en todo tipo de actividades, falsearon las cifras de muertos, manipularon los datos de contagiados, es famosa la frase de “España solo tendrá un puñado de casos”, fuimos de los últimos países en disponer de PCR, se enriquecieron con el dolor de los españoles, las mascarillas les hicieron millonarios, declararon estados de alarma y nos confinaron, actuaciones declaradas inconstitucionales, asumieron la responsabilidad de las residencias, pero no hicieron absolutamente nada con ellas. Seguro que olvido cosas, decían que saldríamos más fuertes. Al principio, las mascarillas no eran necesarias, pero semanas después fueron obligatorias. La gestión fue desastrosa, ideológica y técnicamente equivocada.
El Institute of Certified Management Accountants de Australia calificó la gestión de la crisis sanitaria del Gobierno de España como la peor del mundo. El estudio (discutido por varias firmas próximas al gobierno), elaboró un 'ranking' en función de la respuesta global a enfermedades infecciosas (índice GRID) en el que España se sitúa en último lugar.

Imagen del Institute of Certified Management Accountants (Australia)
Pero para el gobierno, la culpa fue de las CCAA, especialmente de Madrid, que ofrecía una alternativa diferente de gestión de la pandemia (posteriormente reconocida como más acertada). España fue el último país en recuperar la situación pre-covid (segundo semestre 2022, frente a la mayoría que lo hicieron en 2021). La culpa, por supuesto, del PP, de VOX y de la ultraderecha.
DANA
La gota fría arrasó Valencia y dejó 228 muertos. Según el gobierno, toda la responsabilidad, toda, también fue del PP. Ni siquiera se habla de corresponsabilidad, esa famosa cogobernanza que comentan día tras día. La AEMET, La Confederación Hidrográfica del Jucar, el ejército, La UME, nadie tuvo responsabilidad, todos hicieron perfectamente su trabajo, la culpa fue, exclusivamente, del PP.
Lo que sucedió estaba previsto y anunciado. El desborde del barranco del poyo estaba, incluso, solucionado con siete obras aprobadas con un presupuesto de 240 millones de euros. El barranco del poyo se iba a desviar al nuevo cauce del Turia. Los sucesivos gobiernos lo fueron retrasando.

La ley de la huerta en 2018 dificultó la ejecución de las obras y en 2021 el gobierno comunicó la paralización de los proyectos por falta de presupuesto y supuestos problemas ambientales.
Pero, repito, para el gobierno, toda la culpa fue del PP. Ni un ápice de corresponsabilidad en nada. Ellos, el día 1 después de la tragedia, estaban repartiéndose RTVE.
APAGÓN
El primero en la historia de España. Otro desastre más. El 28 de abril de 2025, España entera se queda sin suministro eléctrico. Tenía que suceder con un gobierno socialcomunista.
El presidente se refirió a Red Eléctrica como una empresa privada. Las explicaciones iniciales dan risa y vergüenza al 50%. Ciberataque (un miembro del gobierno llegó a pronunciar la palabra "sabotaje"), las nucleares, los operadores eléctricos, cualquier cosa para distraer la atención y evitar culpar al gobierno o ministerios responsables.
Llegaron, incluso, a culpar a fenómenos atmosféricos, fluctuaciones térmicas (todas refutadas por organismos competentes en días posteriores). También, aprovechando que el Pisuerga pasa por Valladolid, se culpó a las centrales nucleares diciendo que, no solo no habían sido de ayuda sino que fueron parte del problema. Hubo una absoluta y buscada falta de transparencia y enorme reticencia en aportar detalles.

España en medio del gran apagón
Al final, la responsabilidad se centró en los operadores. Nada se escribe sobre la errónea gestión de la red, infraestructuras deficientes, integración de las renovables y mala gestión del mix energético. La culpa nunca del gobierno, siempre del maestro armero, del PP.
INCENDIOS
400.000 hectáreas arrasadas por el fuego en España. ¿La culpa? Por supuesto del PP, las competencias en la lucha contra incendios están transferidas a las CCAA. El gobierno ha ofrecido todo el apoyo y medios “a quien se lo pida”, de nuevo la famosa frase. Nada de corresponsabilidad.
Las ayudas a las CCAA afectadas han sido superiores y más rápidas desde otras CCAA que desde el gobierno central. Ese gobierno central ha reducido significativamente la inversión en lucha contra incendios, pero eso no importa. Se habla de emergencia climática y se propone un pacto de estado. Propone un pacto, quien habló de construir un muro.
La actuación de Protección Civil es otra maniobra de distracción gubernamental. La máxima dirigente, es una señora que no tiene ni puñetera idea de protección civil y ha escalado desde la universidad al puesto actual haciendo el 100% de su carrera en el PSOE. ¿Cómo, con esa experiencia, puede ser directora general de Protección Civil? Lo único que sí sabe hacer es arruinar el prestigio y destrozar la confianza de los españoles en esa institución.
Pero la culpa es del PP porque niega la emergencia climática como causa de los incendios. Los datos hablan por sí solos: el 90% de los incendios han sido provocados por el hombre y son intencionados. Hay casi 42 personas detenidas y más de 100 investigadas. No importa, la causa es la emergencia climática y es la derecha y ultraderecha la culpable de todo por no aceptarla en la forma en que se define.
La Palma y los ferrocarriles
El 19 de septiembre de 2021 hacía erupción el volcán de La Palma, a fecha de hoy las ayudas siguen sin haberse completado. Unas 100 familias siguen viviendo en contenedores prefabricados que, hoy, son más una demostración de ineficacia en la gestión que de ayuda a los afectados. La culpa también del gobierno de la Comunidad porque no gobierna el PSOE.

Erupciones de volcanes, incendios, retrasos y averías en trenes, gotas frías, pandémia, todo alegrías en la España socialcomunista y todas or culpa de la oposición
Que decir de los ferrocarriles. Avería tras avería el problema no es de la desastrosa gestión de la red, de lo mal que se ha planificado la competencia, de la falta de inversión en mantenimiento (y eso que son los máximos receptores de fondos comunitarios). No, la responsabilidad es de los trenes que fueron encargados hace 10 años. ¿Quien los encargó? Por supuesto, el culpable de todo, el Partido Popular.
Conclusión, el gobierno no es culpable de nada
Es comprensible que, al analizar las cuatro grandes catástrofes recientes en España —la pandemia de COVID-19, la DANA y desbordes, el gran apagón eléctrico y la ola de incendios forestales— se perciba que el gobierno exima su responsabilidad directa en las causas inmediatas. No obstante, la realidad es diametralmente opuesta:
Pandemia COVID-19: Hubo gran responsabilidad por la gestión tardía, falta de previsión, errores y mala fe en el suministro sanitario, desinformación, mala coordinación y, sobre todo, mentiras como la del supuesto comité de expertos que agravaron la crisis
DANA y barranco del Poyo: La catástrofe natural tuvo causas meteorológicas, pero indudablemente hay una responsabilidad clara en la demora y paralización de obras hidráulicas que podrían haber salvado vidas y reducido el impacto
Apagón eléctrico: No fue causado por un sabotaje externo, resulta evidente que hay falta de inversión en la red, planificación y actualización de infraestructuras eléctricas. La gestión del apagón fue opaca y falta de transparencia.
Incendios forestales: La mayoría, por encima del 90%, fueron provocados por humanos. La emergencia climática no es la causante. La capacidad de los gobiernos centrales y autonómicos para prevenir, controlar y gestionar los riesgos ha sido muy cuestionada, especialmente en términos de políticas de gestión forestal, inversión en prevención, extinción, vigilancia y coordinación.

La causa última de las catástrofes puede ser natural, técnica o humana, pero la responsabilidad política reside en la prevención, gestión eficaz y transparencia que debe garantizar el gobierno. El gobierno no es el origen del problema, pero sí ha sido corresponsable de la lenta e insuficiente respuesta y de la desastrosa gestión que pudo haber mitigado o evitado los impactos, incluidas muchas muertes.
Es un debate clásico entre causas naturales o externas y responsabilidades políticas e institucionales, donde la culpabilidad directa no siempre es evidente, pero la responsabilidad política y en la gestión sí lo es.
Reconocer fallos no es un signo de debilidad, sino de compromiso real con el bienestar colectivo y la mejora constante. Solo así se podrá superar la cultura del reproche y construir un futuro con respuestas genuinas y efectivas. No parece posible con este gobierno. El uso electoral de todas las desgracias es vomitivo.
El gobierno, y no la oposición, es el responsable político último y no único, de que los hechos hayan sucedido de esa manera.
Menos muros y más diálogo.
Comentarios
No hay comentarios.