
Y Nico dijo NO
2025-07-10
11 min de lectura
El Ridi"culé" del FC Barcelona con el caso Nico Williams: Entre el Delirio y la Realidad Económica
El FC Barcelona ha vuelto a protagonizar uno de esos capítulos que rozan lo surrealista, esta vez con el pretendido fichaje de Nico Williams, extremo estrella del Athletic Club, de la selección española y una de las sensaciones de la Eurocopa.
Como en 2024, el club catalán ha vuelto a jugar a construir castillos en el aire, vendiendo ilusiones, sin respaldo económico y sosteniéndose sobre una estructura institucional tambaleante, que continúa marcada por las dudosas palancas y el escándalo Negreira.
El 4 de julio de 2025 fue un mal día, un día negro, lo que llamaríamos en el diccionario “culé” un día “negreiro”, puro argot barcelonista.
- Por un lado, Nico Williams extiende su contrato con el Athletic hasta 2035, adios al primer sueño.
- Hay dudas sobre la apertura del Spotify. Se confirma que el aforo para el trofeo Juan Gamper no alcanzaría las 60.000 localidades previstas y se quedaría en la mitad, probablemente 35.000 existiendo el riesgo de que sea así, no exclusivamente para el Gamper, sino para el comienzo de La Liga. Otro retraso más, menos ingresos de los presupuestados. Otro globo desinflado.
- Para terminar el día, la UEFA confirma una sanción de 60 millones de euros por incumplimiento del fair play financiero. Finaliza un día para olvidar.
El Caso Nico Williams: Una Operación Irreal
La operación para fichar a Nico Williams ha sido, desde el inicio, un despropósito. Lo fue en 2024 y lo ha vuelto a ser en 2025. El jugador, con contrato vigente y cláusula de rescisión conocida (alrededor de 58 millones de euros), nunca ha manifestado un deseo real de abandonar el Athletic. Que su agente haya tanteado al Barcelona debe incluirse dentro de las estrategias habituales de los representantes de jugadores.
Desde la ciudad condal se orquestó una campaña mediática para vestirlo de azulgrana. El Barcelona, hoy, no tiene los medios económicos ni el espacio salarial para ello.
El Athletic da una lección de Dignidad
El Athletic Club no solo se ha mantenido firme, sino que ha salido al paso con elegancia e inteligencia. Su presidente, Jon Uriarte, y otros directivos se reunieron con Javier Tebas en un movimiento que, aunque algunos intentaron interpretar como una maniobra defensiva, fue más bien un gesto de firmeza institucional. Se trató de un mensaje claro: “Con Nico, no se juega”.
El club rojiblanco ha blindado a su jugador con una renovación silenciosa y contundente, sin sobreactuaciones, y ha recordado que en Bilbao no se negocia con chantajes ni con presiones de la prensa. La imagen del Athletic ha salido fortalecida, mientras la del Barça se ha visto, nuevamente, envuelta en humo, palancas y relatos, haciendo gala de una prepotencia que, hoy, les resulta imposible mantener.
La única realidad es que el Barcelona no ha podido asegurar, por contrato, la inscripción del jugador en tiempo suficiente para comenzar la Liga. La debilidad económica del club es evidente, conocida por todos salvo, parece, por su presidente y esa prensa de bufanda barcelonista.
El Eterno Circo del Relato Culé
Gran parte del ridículo ha venido amplificado por la prensa catalana, especialmente los medios afines al club culé. Esos tebeos, que han vendido durante semanas el fichaje de Nico como inminente. Portadas, tertulias y “insiders” han generado una expectativa basada en filtraciones interesadas y en una supuesta confianza del entorno de Laporta que no tenía anclaje en la realidad financiera del club.
Conocidos “periodistas” y "forofos" del entrono barcelonista daban datos de la operación. El fichaje estaba cerrado y también ofrecían fechas concretas: “el pago se hará en 1 de julio, se entregarán los 58 millones de euros, y a casa”. Otros (algún expresidente), hablaban de la llegada de Nico en un “globo rojiblanco que se acercaría a la Sagrada Familia”, y un publicista se imaginaba la presentación de Nico como llegando desde un túnel, acercándose lentamente paso a paso, dejando ver sus rizos para después ofrecer su rostro al aficionado del Barcelona. Así, sin más, mostrando un absoluto desprecio al Athletic Club al que se refieren como “el Bilbao”. Eran David Bernabéu, Luis Carrasco, Jota Jordi y Juan Gaspart. Un ramillete digno del mejor circo mundial. Seguramente Gaspart recordaba como se marchó Luis Figo, saliendo de Barcelona y llegando de blanco a su nuevo club, con el que consiguió su objetivo de ganar la champions. Todo ello, con un jugador, Nico Williams, que tiene contrato en vigor.

El relato mediático ha sido el mismo que acompaña al Barcelona en los últimos años: grandes nombres, imposibles operaciones y discursos triunfalistas. Mientras, la realidad es otra. La UEFA impone sanciones, La Liga le exige ajustes, el club no consigue inscribir a jugadores ya fichados y tan solo la irrupción del CSD, que cedió al chantaje político, pudo ofrecer una, muy dudosa, puerta de salida. Nico no ha querido jugar a ese juego.
Merece la pena comentar lo sucedido el año pasado con ciertos jugadores, entre otros, Dani Olmo, inscritos gracias a lesiones de compañeros y/o esas injerencias políticas ya mencionadas del CSD.
- Dani Olmo, que se perdió algún partido inicialmente, Fue inscrito tras la lesión de Andreas Christensen, quien sufrió una tendinopatía en el tendón de Aquiles con una baja estimada de más de 4 meses.
- Iñigo Martínez Se benefició del artículo 77 cuando Ronald Araújo fue baja por una lesión muscular grave.
- Vitor Roque (2023-2024) Fue inscrito tras la grave lesión de Gavi, que sufrió una rotura del ligamento cruzado anterior.
- Wojciech Szczęsny (2024) El Barça solicitó aplicar el artículo 77 para ficharlo como agente libre tras la lesión de Marc-André Ter Stegen, quien fue baja por una lesión en el tendón rotuliano
Con esta historia reciente, suponiendo el interés del jugador, ¿a alguien serio le pueden extrañar las dudas de Nico Williams en fichar por ese equipo?
A todo esto, el escándalo Negreira sigue sin resolverse, manchando de, muy fundadas sospechas, las últimas dos décadas del club y socavando su autoridad moral.
Laporta, entre la Negligencia y el Populismo
Joan Laporta se ha convertido en el rostro del autoengaño institucional del Barça. Lejos de acometer una reconstrucción seria, se ha dedicado a lanzar fuegos artificiales, vender activos y palancas y confiar en un discurso populista que ya no convence ni a los más fieles.
Su gestión se ha caracterizado por la falta de transparencia, el cortoplacismo económico y una preocupante dependencia del relato más que de los resultados reales. Siendo realistas, recibió un club arruinado y aunque con esos métodos poco claros, en algo ha mejorado la situación.
Prometió competitividad, y ese es un punto fuerte. El gran fichaje de Laporta ha sido Hansi Flick. Apuesta personal suya con un excelente resultado. Flick es un entrenador contrastado que ha hecho un Barcelona ganador, ha dado protagonismo a la cantera y ha conseguido un buen grupo de jugadores jóvenes que han dado los éxitos deportivos que nadie esperaba.

Atrás quedó el discurso del ADN Barca y esas memeces. Hoy el Barcelona hace un juego diametralmente distinto al ADN Barca, pero ha ganado merecidamente la liga y ha hecho muy buenos partidos. Los jóvenes, por necesidad, se han incorporado al primer equipo y su resultado ha sido muy bueno. Es grande el mérito de Flick.
Bienvenidos al Fútbol Fantasy Barcelona
El ridículo no es por no poder fichar a Nico, sino por haber construido todo un relato alrededor de una ficción que ni el propio jugador validó. En vez de afrontar la situación con humildad, el Barça optó nuevamente por la prepotencia, el humo, y, el humo ya sabemos que termina disipándose
El FC Barcelona es hoy un club que vive de recuerdos, que explota el victimismo, vende humo y presume de fichajes que no puede pagar. Y lo hace con una sonrisa, con orgullo, como si todos fuésemos parte de una gran comedia en la que el guion no necesita lógica. Nico Williams seguirá en Bilbao, el Barça seguirá en números rojos, y Joan García el reciente portero fichado del español, ya veremos si puede ponerse los guantes esta temporada.
Alguien podrá decir que se han fichado muchos jugadores a pesar de la terrible situación financiera, sí, es verdad y de aquellos polvos vienen estos lodos. La UEFA acaba de multar al FC Barcelona en 60 millonespor incumplimiento del fair play financiero. Dicho de otro modo, ficharon saltándose las normas, una vez más.
Trofeo Joan Gamper
Es la segunda mala noticia del día. Laporta anunció, con su inconfundible sonrisa de vendedor de sueños, que el Gamper se jugará en casa. Pero no dijo qué casa. Porque el “Spotify”, si está operativo, lo estará a medias. La capacidad estará limitada a unos 35.000 personas, los accesos a medio hacer, y, por tanto, los ingresos por entradas serán una sombra de lo que eran. Habrá menos capacidad y menos taquilla, pero mucho relato.
Con la tesorería tiritando y el fair play hecho trizas, tampoco están para tirar la casa por la ventana, de modo que el rival del FC Barcelona en dicho torneo será, posiblemente, el Como de Cesc Fábregas.
El Trofeo Gamper 2025 pinta como una metáfora perfecta del Barça actual: una fiesta a medio hacer, entre grúas y cuentos, en un estadio, todavía, a medio construir, unas cuentas medio investigadas, unos derechos futuros vendidos, una multa a pagar de 60 millones a la UEFA y, por supuesto, sin Nico Williams, porque no había margen para inscribirlo, sin saber si Joan García está inscrito y, todo ello, con el caso Negreira revoloteando entre anfiteatro y anfiteatro.
Negreira sigue ahí. Como las grúas del Spotify.
¿Y el Caso Negreira? Ah, silencio administrativo. El procedimiento abierto indaga si los pagos —más de 7 millones de euros, según Hacienda, o 8,4 M € según la Fiscalía— realizados por el Barça, durante 17 años, a empresas vinculadas a José María y Javier Enríquez fueron, en realidad, una compra de favores para influir en decisiones arbitrales, lo que podría constituir corrupción deportiva, administración desleal y falsedad documental
Entre 2001 y 2018, el Barça pagó esas cantidades a José María Enríquez Negreira, quien —pura casualidad— era el vicepresidente del Comité Técnico de Árbitros (CTA). Los pagos se hacían a través de empresas que gestionaba con su hijo. ¿La excusa? “Asesoramiento arbitral”, “informes verbales” y otras maravillas contables que parecen horóscopos arbitrales.

Aunque Hacienda no encontró pruebas directas de influencia en los resultados deportivos, los movimientos siguen bajo la lupa, aludiendo a posibles informes privilegiados y beneficios en momentos críticos de competición
Recientemente, a petición de la fiscalía, el juzgado ha citado —como testigos, no como imputados— al actual presidente Joan Laporta, y a los exentrenadores Luis Enrique Martínez y Ernesto Valverde. Se les interrogará sobre la utilidad de los informes arbitrales emitidos por las empresas vinculadas a los Negreira y su impacto real en la preparación de partidos. Ernesto Valverde ya declaró que, en sus tiempos de entrenador, jamás vió un informe.
Conclusion: cerveza fresquita y palomitas
Mientras los grandes de Europa se enfrentan en el Mundial de Clubes 2025 (algunos equipo han ganado ya 70 millones de dólares por su participación), el Barcelona se ha convertido en el único club que ficha porteros sin poder inscribirlos, persigue jugadores que no puede pagar (hola, Nico), y presenta estadios que, todavía, no existen. El Spotify, a este paso, estará terminado para noviembre 2025, y el Trofeo Joan Gamper se juega entre grúas, andamios, polvo y nostalgia.
Además, hay que rascarse el bolsillo para pagar 60 millones de euros de multa a la UEFA y, el Caso Negreira, nos recuerda que durante 17 años el club pagó 8,4 millones de euros a un alto cargo del Comité de Árbitros por supuestos “informes arbitrales”. ¿Para obtener favores? ¡No hombre no! Era simplemente para optimizar el rendimiento del equipo. El coste aproximado, a la vista de dichos informes debe ser de unos 500.000 € la palabra.

Y nosotros aquí estamos, en Madrid, pasando calor y siguiendo el mundial de clubes en Estados Unidos con los equipos más laureados en sus competiciones continentales de los últimos años. Un mundial que ayer nos dio un buen disgusto, por cierto, y que ha terminado para nosotros.
Volveremos el 14 de agosto de 2025 cuando se cumplen 5 años de otra fecha relevante que no pasaremos por alto y que disfrutaremos juntos.
Jomapean
hace 3 días
Nada nuevo, todo conocido, seguimos esperando el cierre del estadio por la cabeza de cochinillo, palancas falsas, ayudas políticas, victimismo en vena. Juegan con normas diferentes y a pesar de ello, no llegan ni a ser unos buenos segundones.