Palomitas en el cine
2023-11-07
6 min de lectura
Recientemente fui a ver la nueva producción de "el fantasma de la ópera" en el remodelado teatro Albéniz de Madrid. Una producción excelente, que mantiene todo el frescor de la producción original, a pesar de un escenario más pequeño y un reducido número de músicos.
Para adaptarla a un teatro más pequeño se han hecho modificaciones, pero se mantiene al 100% el espíritu de la obra original. La música suena excelente y el elenco es excepcional. Como me sucedió la primera vez que la vi en 2002, los textos en español suenan muy bien, la traducción está muy conseguida..
En el entreacto de la obra, hay unos minutos de descanso y el público aprovecha para salir al vestíbulo del teatro, estirar las piernas, beber algo y, volver a la sala con enormes cubos llenos de palomitas. Esto me sorprendió, quien puede ir a ver un espectáculo como "el fantasma de la ópera" y hacerlo comiendo palomitas? Afortunadamente, al tratarse de una obra musical, el “ruido” de las palomitas no molesta.
Ayer fui a ver el estreno de “Los asesinos de la luna”, la última película de Scorsese con Robert De Niro y Leonardo de Caprio entre otros. La película me pareció excelente, los actores hacen un trabajo magnífico y las más de 3 horas de duración se pasan rápidamente.
Es una película que cuenta la situación de los indios osage en EEUU. Tras encontrar petróleo en sus tierras, se produce una avalancha de hombres blancos que vienen a trabajar en las distintas explotaciones. Los indios osage se convierten de repente en la tribu más rica de Estados Unidos. Las mujeres se casan con los hombres que han llegado. Los indios son progresivamente asesinados y van perdiendo la propiedad de las tierras que son heredadas por sus maridos. Tras un largo tiempo sin hacer nada, el FBI envía agentes al lugar y decide investigar. No cuento más para no hacer "spoiler".
Como he dicho la película dura casi 3 horas y media. Es una película de diálogos, hay momentos dramáticos, de un silencio absoluto. Bueno, en realidad, lamentablemente, no hay silencio absoluto.
Antes de comenzar la película, en mi fila, entran 4 personas, cada uno con su combo gigante de palomitas. Al último, le digo, en broma, ¡¡buen apetito!! y me contestan que vienen al cine solo por las palomitas. Sin comentarios. Repito, estamos para ver una película de Martin Scorsese, Robert De Niro y Leonardo di Caprio. Sobre una historia real de asesinatos en la tribu india de los Osage. Se sientan justo en el centro de la fila.
A mi derecha, (siempre suelo sacar entradas de pasillo), ocupan su localidad tres personas que han venido a ver la película y a "merendar" en el cine. No han comprado palomitas en la entrada, no, vienen con una bolsas de plástico, de estas que todos utilizamos para los supermercados. En su interior, una bolsa de patatas fritas. Cuando comienza la película, abren la bolsa, abren las patatas (podían traerla ya abierta para molestar menos) y empiezan a comer una a una. El sonido de la bolsa exterior de plástico se mezcla con el interior de la bolsa de patatas y, progresivamente, se hace mayor a medida que las patatas van disminuyendo, hay que buscarlas y encontrarlas dentro. Masticar patatas fritas tampoco es insonoro. Por detrás, 4 personas han subido con unos combos de palomitas, bien grandes, para que les dure las 3 horas, porque no hay descanso.
Hay momentos en la película, esos a los que me refería antes, de un silencio expectante por los brutales acontecimientos, en que solo se escuchan las bolsas de plástico, patatas fritas y palomitas.
Uno piensa que se les acabarán, pero no hay suerte. Terminadas las patatas fritas, doblamos bien la bolsa vacía, para producir un poco más de ruido, y entonces aparece una segunda bolsita de plástico, más pequeña, en cuyo interior está el segundo plato de la merienda. Tras el ruido correspondiente a abrir esa bolsa, comienzo a escuchar un mayor sonido al masticar, es algo duro, y por el olor, me doy cuenta del contenido, son ¡¡kikos!!. La búsqueda de los kikos en la bolsa es mas ruidosa que las patatas fritas, y el masticar también.
kikos, patatas fritas y palomitas, lo más habitual en las salas de cine
Mientras, en paralelo, por detrás, los combos de palomitas siguen atacando, no se acaban, y en ocasiones producen toses que hay que resolver con algo de agua.
Pasadas dos horas, hago a mis vecinos un comentario, "hacen ustedes un ruido insoportable" y decido cambiar de asiento. Afortunadamente había sitios libres. Escucho un leve comentario de mi vecino “se va por el ruido”, y siguen con sus kikos.
Antes de marcharme, hice una foto que incluyo a continuación, ocultando rostros y posibilidades de identificar a mis “vecinos”. La bolsa, como se ve, permite un menú completo.
Patatas fritas, kikos en bolsas de plástico para hacer más ruido- imagen de José Madrid
Comprendo que las salas de cine necesitan incrementar ingresos, y que la venta de palomitas y demás cosas es, hoy, fundamental para su existencia, pero propongo que en las salas se establezcan zonas libres de comida, donde los aficionados al cine podamos ver la película sin este tipo de interferencias.
Según parece, la moda viene de EEUU. Una señora llamada Julia Braden fue la primera que puso en unos cines un puesto de palomitas y ante el éxito se extendió hasta nuestros días.
Me imagino el concierto de año nuevo en Viena con los asistentes comiendo palomitas, o el auditorio nacional escuchando un concierto de piano de Chopin con un entorno de personas comiendo palomitas o quizás una ópera en el teatro Real, Rigoletto por ejemplo que viene en un mes a Madrid, y justo al lado, delante o detrás alguien comiendo kikos. O más sencillo, comer palomitas mientras se ve una obra de teatro en directo.
En parte, también tiene que ver con la educación y el respeto. Educación para darse cuenta que el ruido molesta a los demás. Respeto a la obra de arte que suponen algunas películas, como es el caso de “Los asesinos de la luna”.
Se que estoy en minoría, pero así pienso yo. Igual que existen las zonas de fumadores y no fumadores, ojalá en las salas de cine veamos pronto zonas donde no se puede consumir comida. Y que nadie piense que no me gustan las palomitas, hace poco compré una magnifica máquina y las hacemos con frecuencia en casa. Pero allí, no molestamos a nadie.
Comentarios
Teodoro Granados
el año pasado
Estoy de acuerdo con tu malestar por el comportamiento de esos energúmenos que no piensan en los demás. Hace falta más educación y menos política. Tiene que volver esa regla de comportamiento que nos moderada a todos. Un abrazo y enhorabuena José.
José
el año pasado
Con Educación y respeto todo es posible. Sin educación y sin respeto….. nada de nada. Zonas separadas es un buen comienzo. No somos tan minoritarios como yo creía.
Francisco Javier
el año pasado
Estoy totalmente de acuerdo en tus apreciaciones, querido hermano. Como todo en la vida, es una cuestión de educación y respeto hacia los demás porque mucha gente no la tienen a ellos mismos y no les importa no tenerlas a los demás aún a riesgo de saber que molestan e incordian. Aquí utilizo siempre el sabio refrán de no hagas a los demás lo que no quieres que te hagan a ti. O dicho de otra manera, no quieras para los demás lo que no quieres para ti. Igual pasa en los conciertos, llevo muchos años aguantando, soportando y sufriendo los humos del tabaco, porros y demás hasta que afortunadamente se prohibió, pero a ese sopor, se une otro paralelo, el de no parar de hablar, cuchichear, bocear, gritar a carcajada limpia, mientras los músicos hacen su trabajo, y pretenden explicar entre las canciones la razón de su existencia, etc. Es francamente insoportable y solo hay dos soluciones: o aguantas o dejas de ir porque la otra, mejor me la guardo para mi. En cualquier caso y volviendo a las palomitas 🍿 y demás creo que hay que buscar un término medio como en casi todo. Se pueden comer palomitas pero sin molestar ni hacer esos estruendosos ruidos ni convertir la butaca del cine en una merienda festiva o campestre. Precisamente ayer estuve viendo también “los asesinos de la luna” y me llevé mis palomitas convenientemente guardadas y sin el más mínimo ruido disfruté de las mismas sin molestar a nadie. Y tuve suerte con las personas de alrededor que no molestaron y disfrutamos de los silencios de las escenas más dramáticas. Una gran película 🎥 como nos tiene acostumbrados el señor Scorsese. En definitiva se puede comer y beber pero sin molestar ni hacer esos ruidos escandalosos y además ya existen salas luxury donde expresamente el espectador va al cine a merendar-cenar con todas las comodidades de tu salón de casa. Y encima te lo sirven como en un restaurante. No te veo yendo a esos cines…. jajaja, yo los he probado solo dos veces y me ha resultado una experiencia distinta e informal como el tipo de película que elijas para cada momento. Viva la educación y el respeto empezando por uno mismo y siguiendo con los demás.
Eduardo
el año pasado
José, totalmente de acuerdo contigo. Espero que no seamos minoría. Además de las molestias a los demás, esto es un problema de salud pública,
Marcelo
el año pasado
Totalmente de acuerdo, estoy contigo
Andrés
el año pasado
Excelente artículo, Pepe. ¿Dónde hay que firmar? Evidentemente es un problema de educación y falta de sensibilidad. El fenómeno, a otra escala, se da también en el Auditorio o el Real donde la gente no se da cuenta de lo molesto que es el ruído ambiente (toses, gente que se va en medio de una obra, las lucecitas de los móviles, incluso acomodadores que dejan entrar al público tarde...) Actualmente, además, se abusa del volumen del sonido en el cine (¿para sobreponerse a las palomitas?) y, en general, en todos los espectáculos, con lo que el intérprete queda disminuido y casi ninguneado. Yo no soporto el flamenco y la guitarra amplificados y por eso he dejado de ir a cualquier espectáculo de ese tipo.
Roberto
el año pasado
Apoyo total a tu propuesta
Mónica
el año pasado
Mi querido José, y ya que estamos... podríamos por favor ampliar también la petición y solicitar que se prohíba surfear en Internet, mirar instagram, comprar ropa online, etc.? MIENTRAS los demás intentan concentrarse en la película y no en las muchas luces que brillan por el cine? Yo firmaba ya!!! Un beso
Administrador
el año pasado
Aumento la propuesta para añadir la exterminación de aquellos que usan el móvil durante la película.