Todos los alumnos no son iguales
2023-07-05
6 min de lectura
Billy Elliot
Siempre me ha gustado la película Billy Elliot, que se estrenó en el año 2.000 y, por tanto, tiene ya 23 años. La historia del chico que ama el ballet clásico y pelea por convertirse en bailarín profesional. Está ambientada en Inglaterra, durante las huelgas de mineros de finales del siglo pasado. La familia atraviesa dificultades económicas. El padre descubre la afición de Billy por el baile, pero le prohíbe continuar.
Una profesora ve su talento innato y comienza a darle clases. Finalmente, la situación cambia, el padre apoya a Billy que tras pasar por la escuela de baile consigue su objetivo y termina como bailarín principal en Londres. Entre otras cosas, la película me gusta porque termina bien. NO me gustan las películas que acaban mal.
La banda sonora contribuye mucho a mi gusto por la película. Allá por los años 70, mi banda favorita en Inglaterra eran T. Rex. En Billy Elliot, se incluyen al menos cinco canciones de T. Rex: Cosmic dancer, Get it on, Ride a White swan, I love to boogie y una de mis favoritas, The children of the revolution.
La historia es ficticia, Billy Elliot no existió como personaje real. No obstante, su autor Lee Hall confirma que Sir Thomas Allen, barítono inglés, fue su inspiración para la historia de Billy Elliot. Sir Thomas recibió en Buckingham Palace el reconocimiento de la reina de Inglaterra por ello.
Siempre que recuerdo Billy Elliot, también me viene a la memoria una historia menos conocida, la de Gillian Lynne.
Gillian Lynne
Leí por primera vez la historia de Gillian en una artículo sobre la celebración, en 2001, de los 20 años del musical CATS en Londres.
Cuando Gillian Lynne apenas tenía 7 años, era una niña con bastantes problemas. En el colegio, era regañada y castigada frecuentemente por no ser capaz de permanecer atenta y estar en constante movimiento. No podía estar quieta.
Al llegar a casa, su madre continuaba los castigos por su mal comportamiento en la escuela.
En cierta ocasión, la madre es llamada a presentarse en la escuela. Esperando no muy buenas noticias sobre Gillian, acude a la escuela con su hija.
En el colegio, informan sobre el hecho de que el comportamiento de Gillian puede estar encubriendo una enfermedad, quizás algún trastorno cognitivo que le provocaba esa falta de atención o podría estar necesitando algún tipo de medicación.
A la salida, un viejo profesor de la escuela, que conoce a Gillian, pide que le sigan todos a una habitación contigua mientras Gillian se queda en la sala. Le dicen que volverán todos en breve y para que se distraiga, dejan una radio encendida en la que está sonando música.
Desde la sala contigua, todos pueden ver como Gillian, tras quedarse sola, comienza a saltar y a bailar al ritmo de la música.
Supongo que sentiría algo parecido a lo que Billy Elliot describe en uno de sus exámenes de ingreso al conservatorio cuando a la pregunta: ¿Billy, que sientes cuando bailas?, responde “No puedo explicarlo. Cuando empiezo a moverme lo olvido todo, y es como si desapareciera y todo mi cuerpo cambiara, como si tuviera fuego dentro. Y me veo volando como un pájaro. Siento como electricidad”.
Al ver a Gillian bailar, todos se miran asombrados sin entender el significado. El viejo profesor, sonriendo, les dice: “Gillian no está enferma!! es bailarina!!!”
La madre lleva a Gillian a una escuela de baile y allí descubre un mundo nuevo. Tras el primer día de clase, al volver a casa le dice a su madre, ¡¡“allí todos son como yo!! ¡¡Nadie está sentado!!”
El éxito de Gillian como bailarina y coreógrafa no deja lugar a las dudas. Como bailarina, tuvo papeles principales el La Bella durmiente y en el London Palladium, así como en diferentes musicales del West end londinense.
Gillian también tuvo apariciones en el cine y televisión: La mitad de seis peniques, El hombre de la mancha entre otras.
En 1981, ya como coreógrafa, Gillian trabajó con Andrew Lloyd Webber quien le encargó la coreografía del musical CATS. Dicha coreografía siempre ha sido considerada como una de las razones por las que CATS sea el musical más longevo en el West End londinense.
Entre las obras en cuya coreografía trabajó se incluyen El Fantasma de la Opera, Aspects of Love, Cabaret y Chitty Chitty Bang Bang.
Gillian falleció en 2018 a los 92 años. Fue precisamente en ese año, cuando, Andrew Lloyd Weber, propietario del New London Theatre, lugar donde durante 20 años se representó el musical CATS, informó de su decisión de cambiar el nombre del teatro y, desde esa fecha, en su honor, el New London Theatre se llama Gillian Lynne Theatre.
Tuvimos la oportunidad de ver el musical CATS en un par de ocasiones en Londres, en el New London Theatre, la primera en septiembre de 1994. Todavía conservo la entrada.
Entrada original musical "CATS" - New London Theatre - Septiembre 1994
Paralelismos
Existe, en mi opinión, paralelismo entre ambas historias. Billy Elliot es un personaje ficticio, pero Gillian Lynne es real. A Billy, la obligación de asistir a boxeo, no le aparta de su amor por el baile y la danza. Gillian, encuentra en la danza la salida a su incapacidad para prestar atención en las clases, a su supuesta "enfermedad"
En ambos casos, tras alguna duda, castigos y prohibiciones iniciales, los padres terminan apoyando a sus hijos para que puedan desarrollar sus capacidades.
También en ambos casos, afortunadamente, hay un profesor en el medio, con un papel principal. En el caso de Gillian es profesor y una profesora en el caso de Billy. Ambos reconocen las cualidades de los alumnos para el baile y los ayudan, apoyan y animan a seguir su innata capacidad, en ambos casos, para el baile.
Esos son los grandes profesores, los que son capaces de reconocer en los alumnos lo que cada uno tiene, sus diferentes capacidades, y las potencian. Los otros, se contentan con focalizar su esfuerzo en sancionar y castigar por lo que, bajo su criterio, les falta. Grave error.
Comentarios
PPV.
el año pasado
No conocía la historia de los Protagonistas, pero desde luego, la labor de ambos Profesores, es encomiable, no sólo enseñar, sino sacar a cada alumno lo máximo que pueden dar. Felicidades Don José.
Francisco Javier
el año pasado
Me encanta la historia. En verdad me gustan las dos, la ficticia y la real. La de Billy por todo, gran película 🎥, gran banda sonora y estupendas interpretaciones. Y la de Gillian por ser real y tan impresionante. Felicidades por el articulo ejemplar.
José
el año pasado
no conocia el caso de Gillian Lynne. Interesante.
Teodoro Granados
el año pasado
Muy interesante José, la reflexión que planteas sobre la Educación, en las bonitas historias de estos triunfadores, ejemplares en sus profesiones. Efectivamente, casi todos hemos tenido, algún profesor, que nos ha dejado profunda huella, al darnos ejemplo y pauta a seguir, estimulando nuestro interés por el estudio y desembocar en la profesión que cada uno ha elegido. Yo también estuve en Londres, viendo Cats y salí impresionado de ese gran espectáculo, obra maestra de los musicales y seguramente con gran influencia, en todos los que se han producido a posteriori. Un fuerte abrazo y sigue adelante con tus brillantes escritos.